viernes, 6 de abril de 2012

Excusas

Las ilusionadoras estamos de vacaciones, sí señores, si no escribimos no es porque nos olvidemos de nuestros queridos lectores, ni porque no os echemos de menos y sinceramente nos sobra el tiempo así que por eso, no es. Simplemente es que hemos decidido irnos de vacaciones permanentes a una playa paradisíaca, aquí hay plantas y animales que no podemos nombrar, no hay coches, solo barcas de pescadores y montañas con nieve. Os escribo desde un lugar donde el GPS no nos puede localizar, algo pasa con los móviles que la naturaleza hace que desaparezcan: a Cras se lo robó un chimpacé (vaya peleíta tuvieron) y el mío se lo comió una piraña que lo cogió de mi tumbona; lo único que hacemos es broncearnos mientras tomamos cocktails (sex on the beach, por si os interesa).

Para ser sincera, estamos un poco cansadas de vernos las caras todos los días (ya son meses mano a mano en la misma tumbona) así que cada mañana nos separamos y nos dedicamos a hacer actividades extratumbonales, es decir, cosas que no sean estar tumbadas viendo el tiempo pasar o leyendo una y otra vez la misma revista que compramos en el aeropuerto cuando vinimos (ya nos sabemos de memoria los cotilleos del día que llegamos y aquí tampoco hay prensa); en estas actividades nos vamos con Yotuel, Mark y Yanine, ellos son los monitores que, según nuestro estado de ánimo nos llevan a una actividad u otra, suelen ser cosas como salsa, ski, merengue, yoga y otras muchas cosas que no sé pronunciar.

Así van pasando los días y sinceramente no veo el día en que esto acabe. Cras no lo sabe pero quiero volver al asfalto, madrugar, y echo mucho de menos el sonido de mi despertador, ese que hace que cada día me despierte pensando que el asfalto es mejor que este lugar de aguas cristalinas, montañas nevadas y animales indescriptibles.

Sé que estar de vacaciones continuas es una excusa barata para dejar de escribir. Quizá sonaría más sincero decir que estamos liadas, que vamos corriendo de aquí para allá para estar con los nuestros, con vosotros, que a veces perdemos la inspiración y que no tenemos tiempo para escribir, pero la verdad es que soñar es gratis y así somos las ilusionadoras, que nos gusta soñar incluso para las excusas.