lunes, 9 de mayo de 2011

Mi baño sufre Diógenes

Cuando un bote de champú, gel, mascarilla o similar está a punto de acabarse compro uno nuevo, y al llegar a casa lo dejo en el lugar que le corresponde para cuando se acabe el anterior no quedarme con un bote vacío en las manos…






He aquí un problema: estoy en la ducha y el bote lleno me mira y grita ¡¡¡cogeme!!!¡¡¡estoy llenito y nuevecito a estrenar!!! (encima suele ser un champú que parece más guay que el anterior, super-reparador-brillanteysuavequetecagas). Entonces el que estaba a punto de acabarse pasa a un segundo plano, pasa a ser “el bote a punto de acabarse”, aquél que su vida gira en torno a duchas ignorado, destinado a caerse a la bañera cada vez que otro bote vecino es cogido ya que su peso y fuerza son ínfimos…
Y…¿qué ocurre con el bote de pasta de dientes…?¿utilizan un plástico especial resistente a estrujamientos? Pero es curioso porque creo que si siguiese estrujando un bote de pasta de dientes de hace dos años, seguiría sacando guisantes de pasta de dientes…hay un gran misterio en las fábricas de dentríficos…Lo reconozco, tengo un problema: me cuesta tirar las cosas, me encariño con los objetos muy rápidamente: ese bote desdichado me ha oído cantar, abrasarme con agua caliente y hasta darme con la mampara de la ducha en la frente ¿por qué tengo que tirarlo? ¿Por qué? Finalmente los papeles se cambian y llega un día que “el nuevo” se gasta…y el viejo vive su momento estelar con una despedida a lo grande: es su momento, “el nuevo “ se ha gastado, y de repente mi viejo bote de champú y yo tenemos una gran idea…un poquito de agua y espuma a cholón (cual botella de Champagne) es lo mejor que podemos hacer para despedirnos.

jueves, 5 de mayo de 2011

Salsa para cocinar

Estaba cenando en un conocido restaurante y he oído al chef hablándole a los animales que había en la cocina, todos, gallinas, corderos, pollos, merluzas y bacalaos miraban atentos mientras el chef hablaba: “¿Con qué salsa queréis que os cocine?”, y, la gallina, muy valiente le contestó: “ya que me preguntas, prefiero que no me cocines”; a lo que el cocinero contestó: “todos vais a ser cocinados pero podréis elegir con qué salsa”.


Conciencia y dinero es el título de la charla-coloquio a la que fui ayer invitada por un amigo que a su vez estaba invitado-obligado a asistir por un “peculiar” profesor. Cuando mi amigo me invitó y me habló del tema busqué un poco de información y vi que el conferenciante era el escritor del libro “Conciencia y dinero” así que pensé que iba a asistir a una venta su libro, pero no fue así. Fue una charla muy motivadora y que invitaba a la reflexión así que he pensado que este blog es una buena oportunidad para compartirlo.

Para empezar la presentación de la charla por parte del “peculiar” profesor fue peculiar y a su vez inspiradora. Así es como el empieza todas sus clases y esta no iba a ser menos (así que mi amigo me iba chivando los siguientes pasos, gracias LP!)


El primer ejercicio que propuso consistía en una conexión con la libertad, y qué conexión!!!:
“Has de coger tu móvil, buscar el botón de apagado y desconectar el móvil, pero has de ser consciente del acto de apagado y sentir la libertad; para los que tienen miedo a la libertad pueden poner el móvil en silencio” olé tú el primer ejercicio!!!!
El segundo ejercicio está dedicado a encontrar la calma interior: “Pon tus dos pies en el suelo, siente el vínculo con la tierra(o con la moqueta), pon la espalda recta y la barbilla hacia arriba, tenemos que ser conscientes de la columna vertebral, cerrar los ojos y respirar profundo”


Y, después de esta peculiar presentación (espero que todos los lectores hayan encontrado su libertad y calma interior leyendo esto), al fin, Joan Melé comienza su charla. El Sr. Melé abordó muchos temas centrados en el “yo”, la sociedad, el dinero, en la mejora, el consumo responsable, la supervivencia, el darwinismo social…pero de tantas ideas voy rescatar parte de lo que él dijo y, ¿por qué no? Voy a echar mi salsa.



La charla me pareció muy bien adaptada al público, ya que “Melé” se centró en motivar a estudiantes que están a punto de lanzarse al mundo laboral en un marco de situación social, política y económica muy complicada, en el que perdura un individualismo extremo basado en el consumo y en el “yo” que proyectamos hacia fuera, sin atender al “yo” interno. Los jóvenes nos planteamos un reto muy complicado en el que cualquier charla de este tipo sirve de motivación e ilusión.


Debemos decidir qué hacer con nuestra vida y, para ello debemos conocer nuestras capacidades y desarrollarlas, ya que podemos aportar valores al conocimiento más allá de conocimientos técnicos ya que no somos clones, somos seres humanos con diferencias positivas con las que podemos trabajar y podemos elegir la salsa que queremos echar a nuestra vida.



Melé nos habló de 3 factores: “ el pensar, el sentir y la voluntad” y esta charla me ha hecho cuestionarme el control que tengo de cada uno de ellos ya que él nos hizo planteárnoslo (os invito a pensarlo):
¿Controlo mi pensar? ¿Cuántas veces consigo pensar en lo que quiero? (no siendo un deber u obligación) Por ejemplo: piensa en un vaso, o en un clip… ¿Cuánto tiempo puedes estar pensando en uno de estos objetos, en sus cualidades…? (no pensando en la coca cola que contiene o la sed que te da la jarra de cerveza que te has imaginado) y, es que según Melé no estamos acostumbrados al pensamiento creativo. Uno de mis retos es "el no pensar", trabajo en ello.



Y, ¿qué pasa con los sentimientos?, surgen y ¿los dominamos?...Ya van dos factores en los que “no mando en mi casa”; y por último llega ¡¡“la voluntad”!!...¿cuántas veces te has propuesto algo que no has hecho? ...



Es importante que si queremos proyectar cambios hacia fuera los hagamos en nosotros mismos, al menos, una toma de conciencia de nuestras capacidades que nos lleva a perder el MIEDO y a movilizarnos así como a creer que “yo” como individuo puedo provocar pequeños cambios en la sociedad, en la economía y en la política que pueden afectar al mejor funcionamiento del mundo mundial.



gracias por la invitación lp



lunes, 2 de mayo de 2011

THOR



No soy muy crítica con el cine y creo que es por dos motivos: el primero, que no tengo conocimientos técnicos como para hablar a nivel "pofesional" y el segundo es que voy al cine para entretenerme y calibro la peli en función de si lo ha conseguido o no, no le doy muchas más vueltas (a no ser que la peli de pie a pensar).


Con Thor me ha pasado algo curioso: desde el principio de la película he tenido la sensación de que la idea no era atractiva y sobre todo que el guión era inexistente; ¿Cómo puede ser que una película de un Superhéroe sea lenta, sin diálogos y sobre todo sin peleas...?


Para más inri yo iba con mucho sueño porque había dormido poco y esperaba que la peli me mantuviese despierta, que me ofreciera un gancho del cual no soltarme para no caer en el sueño de Odin; según avanzaba la peli era consciente de que se me estaban cerrando los ojos, luchaba por mantenerme despierta...Me di cuenta de que me había quedado dormida cuando de repente vi algo que no entendía y le tuve que preguntar a mi compañera de palomitas (gracias JJ): "¿JJ, este tío que hace ahí?, y JJ con mucha gracia, y partiéndose el culo me dice "mientras estabas dormida le han mandado que fuera"... y yo: "ahhh". Pues bien, ha sido la primera vez que me he quedado dormida en el cine, siempre tiene que haber una primera vez y la mía ha sido con "Thor".




Pero no todo es negativo:

- El torso de Thor merece la pena, aunque solo sale una vez...

- Natalie Portman muy mona, como siempre.

- La guerrera es muy guapa.


Pero como dijo ayer uno de mis amigos: "Para ver tías buenas, las busco en internet o quedo con mis amigas" (salao!)


Hemos ido a ver esta peli porque en el partido de ida vimos "Sin compromiso" y en el partido de vuelta había que ver "Thor". Resultado final:



SIN COMPROMISO 1 - THOR 0